Por: Diana Lagarda

Era un duende muy feliz y quería
que todos los niños del mundo también fueran
felices como él. Un día, el duende Iris decidió salir de su
casita para ir en busca de niños que estuvieran tristes. Para su sorpresa
encontró a muchos niños así, con mucha tristeza en su carita.

Muchos niños estaban tristes porque no tenían que comer, otros porque tenían frío y otros porque no tenían a su mamá. Entonces el duende Iris decidió hablarles, pero pensó: ¿Y si se asustan en vez de darles alegría verme? ?Cómo lo podría hacer?
Pero eso no fue todo, les dio muchos regalos para
que los compartieran con sus familias. Los niños estaban felices, pensaron que
el duende iris era un ángel que les había caído del cielo. Iris estaba mucho
más feliz por haber hecho de aquellos niños que volvieran a sonreír.
FIN